Con el Corazón de Cristo: Colombia Consagrada y Nuevos Sacerdotes Ordenados en Roma por el Papa León XIV
Una Fiesta de Amor y Misericordia
La Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús es una de las celebraciones más significativas del calendario litúrgico católico. Más que una devoción, representa una teología profunda del amor redentor de Cristo, manifestado en su Corazón traspasado por la humanidad. Este año, esta celebración ha sido particularmente memorable no solo por su resonancia espiritual, sino por los acontecimientos históricos que la acompañaron: la consagración de Colombia al Sagrado Corazón y las ordenaciones sacerdotales celebradas por el Papa León XIV en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Estos eventos marcan una página especial en la historia reciente de la Iglesia, reafirmando su misión de amor, servicio y esperanza.
El Corazón de Cristo: Signo de una Misericordia Inagotable
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se remonta a las revelaciones privadas que recibió Santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII. Desde entonces, el corazón abierto de Cristo, rodeado de llamas de amor, ha sido signo de consuelo para los pecadores, fortaleza para los débiles y refugio para los atribulados. Celebrada el viernes siguiente a la solemnidad del Corpus Christi, esta fiesta pone de relieve el misterio del amor divino que se entrega hasta el extremo.
El Papa León XIV, ferviente devoto del Sagrado Corazón, ha señalado repetidamente en sus homilías que “la herida del costado de Cristo no se ha cerrado; sigue abierta para acoger a toda la humanidad con misericordia”. En este contexto, la solemnidad de este año se vivió con una profundidad espiritual y una carga simbólica sin precedentes.
Colombia Consagrada: Un Pueblo que se acoge al Corazón de Cristo
Uno de los actos más impactantes de esta solemnidad fue la consagración oficial de la República de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. El acto, solicitado por los obispos del país y aprobado por la Santa Sede, fue presidido por el obispo auxiliar de Bogotá, y transmitido en directo desde la Catedral Primada de Colombia. Durante la emotiva liturgia, se renovó el voto nacional hecho por primera vez en 1902, cuando el país fue consagrado al Corazón de Jesús por el presidente José Manuel Marroquín.
El acto de consagración fue acompañado por una novena nacional, misas en todo el país, procesiones e incluso una vigilia juvenil. El Papa León XIV envió una bendición apostólica especial al pueblo colombiano, alentándoles a "ser luz de esperanza, en medio de tantas pruebas, desde el ardiente amor del Corazón de Cristo". Esta consagración no fue un simple acto simbólico, sino una invitación a vivir según los valores del Evangelio: la justicia, la reconciliación y la paz.
Ordenaciones Sacerdotales: Nuevos Pastores según el Corazón de Dios
En Roma, la celebración alcanzó otro nivel de intensidad espiritual con la solemne misa presidida por el Papa León XIV en la Basílica de San Pedro, en la cual fueron ordenados treinta y dos nuevos sacerdotes provenientes de los cinco continentes. En su homilía, el Pontífice subrayó que ser sacerdote no es una carrera, sino una configuración profunda con el Corazón de Cristo, Buen Pastor.
“Hoy, en el día en que celebramos el Corazón de nuestro Redentor, ustedes, queridos hijos, son consagrados no para sí mismos, sino para el mundo. Que sus corazones palpiten al ritmo del de Jesús: dispuestos a amar, a perdonar, a servir sin medida.”
La ceremonia fue especialmente conmovedora. Se encontraban presentes familiares de los ordenandos, religiosas, laicos comprometidos y varios cardenales. Entre los nuevos sacerdotes hubo colombianos, africanos, vietnamitas, italianos, españoles y estadounidenses, reflejando la universalidad de la Iglesia.
Uno de los ordenandos, el colombiano Andrés Felipe Ríos, expresó: “Recibir el sacerdocio el mismo día de la consagración de mi patria es un regalo de gracia. Llevaré en mi corazón el anhelo de una Colombia reconciliada y en paz.”
Un Llamado a Todos los Fieles
El Papa concluyó su homilía invitando a todos los católicos a renovar su consagración personal al Sagrado Corazón. “Este Corazón no se cierra a nadie. Que en cada hogar haya un espacio donde Cristo reine, ame y consuele. Colombia, el mundo, la Iglesia, necesitan corazones nuevos según el Corazón de Jesús.”
En todos los rincones del planeta, la Iglesia vivió esta solemnidad con intensidad y alegría. Desde las comunidades más pequeñas hasta las grandes catedrales, los fieles se unieron en oración y adoración, conscientes de que el Corazón de Cristo sigue latiendo hoy en la vida de cada creyente, especialmente en los nuevos sacerdotes, en las naciones heridas, y en cada gesto de amor cotidiano.
La solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda que, más allá de las dificultades del mundo, hay un amor que permanece fiel, un amor que no se cansa de esperar. Este año, esa verdad ha tomado cuerpo en dos signos elocuentes: una nación que se acoge a la misericordia divina, y nuevos ministros que se entregan por entero al servicio del Reino. Que el Corazón de Jesús siga siendo fuente de gracia para Colombia, para la Iglesia y para cada uno de nosotros.
Referencias Bibliográficas
1. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, Libreria Editrice Vaticana, 2002.
2. Papa León XIV (2025). Homilía en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano.
3. Conferencia Episcopal de Colombia. Mensaje con motivo de la Consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús, Bogotá, junio de 2025.
4. Santa Margarita María de Alacoque. Revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús. Edición crítica, Editorial Paulinas, 1997.
5. Oficina de Prensa de la Santa Sede. Boletín diario, 27 de junio de 2025.
6. Testimonios recogidos por Radio Vaticana y Vatican News, 27 de junio de 2025.
Comentarios
Publicar un comentario